sábado, 28 de mayo de 2011

Plegaria de una planta nativa.

Plegaria de una planta nativa. (anonimo)

!Detente, caminante!
Caminante no me pises, no me destruyas.
Yo estoy aquí desde antes que el primer hombre
habitara estas tierras,
soy una planta nativa, endèmica.

!Mírame caminante!
¿Te has fijado en la belleza de mis flores?
¿En el colorido de mis pétalos?
¿Notas el perfume que de ellos emana?
¿Sabes que el hombre desde siempre me ha
buscado para aliviar sus males y dolores?
¿Sabes que los artistas , pintores, y poetas
se inspiran al verme?
¿Sabes que el tapiz que formo sobre el suelo,
junto a mis compañeras, prevee a este de la
erosión provocada por lluvias y el viento?

!No me destruyas caminante!
¿Sabes que bajo mis hojas, a mis pies,
se protegen muchos organismos
que ayudan a formar el suelo fértil?
Si me destruyes, todos ellos morirán
y el suelo sufrirá la erosión.

!Cuidame, caminante!
Yo te cuidare
para que cuando vengas
a reponerte de tus fatigas,
tu alma se gratifique
con la energía y el perfume que de mì emana.
Que tus ojos se iluminen,
con el colorido de mis flores
y aquí, entre nosotros, encuentres el solaz
que ansias, en el ambiente en el que vivimos,
donde nacimos y en que queremos perdurar en
el tiempo para ti y tus descendientes.

¡Gracias caminante!

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