jueves, 9 de junio de 2011

CAUSA Y EFECTO


La Ley de la Magia

Te hablaré de una de las leyes más profundas de la vida. Puede que nunca hayas pensado en absoluto sobre ella. Has escuchado -toda la ciencia depende de ello- que la causa y el efecto son la base. Creas la causa y el efecto le sigue. La vida es una conexión causal. Pon la semilla en la tierra y brotará. Si la causa está allí, entonces seguirá el árbol. El fuego está allí: pon tu mano en él y se quemará. La causa está allí y el efecto le seguirá. Toma veneno y morirás. Haz los arreglos para la causa y entonces el efecto le seguirá.

Ésta es una de las leyes científicas más básicas, esa causa y efecto es la conexión más íntima de todos los procesos de la vida. La religión conoce una segunda ley aún más profunda que ésta. Pero la segunda ley que es más profunda que ésta parecerá absurda si no la conoces y experimentas con ella.

La religión dice: Produce el efecto y la causa le sigue. Esto es absolutamente absurdo en términos científicos. La ciencia dice: Si la causa está allí, el efecto le sigue. La religión dice que el inverso es también cierto: crea el efecto, y observa... la causa le sigue.

Hay una situación en la cual te sientes feliz. Un amigo ha venido, alguien a quien amas ha llamado. Una situación es la causa... te sientes feliz. La felicidad es el efecto. La llegada del amado es la causa. La religión dice: Sé feliz y el amado llega. Crea el efecto y la causa le seguirá.

Ésta es mi propia experiencia, que la segunda ley es más básica que la primera. La he estado practicando y ha estado sucediendo. Simplemente sé feliz: el amado llega. Simplemente sé feliz: los amigos están allí. Simplemente sé feliz: todas las cosas vienen detrás.

Jesús dice lo mismo en palabras distintas: Buscad antes el Reino de Dios, y todo lo demás sucederá. Pero el Reino de Dios es el final, el efecto. Buscad primero el final... el final significa el efecto, el resultado... y la causa le seguirá. Así es como debería ser.

No se trata sólo de que coloques una semilla en la tierra y el árbol le siga; permite que haya un árbol y habrá millones de semillas. Si la causa es seguida por el efecto, el efecto es seguido de nuevo por la causa. ¡Ésta es la cadena! Entonces se convierte en un círculo... comienza por donde sea, crea la causa o crea el efecto.


Yo te lo digo, es más sencillo crear el efecto porque el efecto depende totalmente de ti; puede que la causa no dependa tanto de ti. Si digo que sólo puedo ser feliz cuando cierto amigo está allí, entonces depende de cierto amigo, de si está o no allí. Si digo que no puedo ser feliz hasta que obtenga esta cierta riqueza, entonces esto depende del mundo entero y las situaciones económicas y todo lo demás. Puede no suceder, y entonces no puedo ser feliz.

La causa está más allá de mí. El efecto está dentro de mí. La causa está en los alrededores, en las situaciones... la causa está fuera. ¡El efecto soy yo! Si puedo crear el efecto, la causa le seguirá.

Elige la felicidad... eso significa que estás eligiendo el efecto... y después observa qué sucede. Elige el éxtasis y observa qué sucede. Elige ser dichoso y observa qué sucede. Tu vida entera cambiará inmediatamente y verás milagros sucediendo a tu alrededor… porque ahora has creado el efecto y las causas tendrán que seguirle.

Esto parecerá mágico; incluso puedes llamarlo “La Ley de la Magia.” La primera es la ley de la ciencia y la segunda es la ley de la magia. La religión es magia, y tú puedes ser el mago. Eso es lo que te enseño: a ser el mago, a conocer el secreto de la magia.

¡Inténtalo! Has estado intentando lo otro toda tu vida... no sólo eso, sino también muchas otras vidas. ¡Ahora escúchame! Prueba esta fórmula mágica, este mantra que te doy. Crea el efecto y ve qué sucede; las causas te rodean inmediatamente, suceden. No esperes las causas; has esperado suficiente tiempo. Elige la felicidad y serás feliz.

¿Cuál es el problema? ¿Por qué no puedes elegir? ¿Por qué no puedes trabajar en esta ley? Porque tu mente, toda la mente, que ha sido entrenada a través de pensamiento científico, dice que si no eres feliz y tratas de ser feliz, esa felicidad será artificial. Si no eres feliz y tratas de ser feliz eso sólo será actuar, eso no será real. Esto es lo que el pensamiento científico dice, que eso no será real, simplemente estarás actuando.

Pero tú no lo sabes: la energía de la vida tiene sus propias formas de funcionar. Si puedes actuar con totalidad, se volverá real. Lo único es que el actor no debe estar allí. Entra totalmente en ello, entonces no hay diferencia. Si estás actuando con el corazón a medias entonces seguirá siendo artificial.

Si te digo que bailes y cantes y seas dichoso, y lo intentas con el corazón a medias, sólo para ver qué sucede, pero te quedas rezagado… y sigues pensando, "Esto sólo es artificial. Estoy intentando pero no está sucediendo, esto no es espontáneo..." Entonces seguirá siendo actuación, un desperdicio de tiempo.

Si lo intentas, entonces inténtalo con todo el corazón. No te quedes rezagado, adéntrate en ello, convierte en la actuación... disuelve al actor en la actuación y después ve qué sucede. Se volverá real y entonces sentirás que es espontáneo. No lo has hecho tú; entonces sabrás que ha sucedido. Pero a menos que seas total, esto no puede suceder. Crea el efecto, estate totalmente en él, ve y observa los resultados.

Puedo convertirte en un rey sin reino; sólo tienes que actuar como rey, y actuar tan totalmente que, ante ti, un rey verdadero parecerá como si sólo estuviese actuando. Y cuando toda la energía se ha desplazado en ello, ¡se convierte en realidad! La energía hace que cualquier cosa sea real. Si esperas a que los reinos vengan, nunca lo harán.

Ni siquiera vinieron para un Napoleón, para un Alejandro Magno, que tenían grandes reinos. Permanecieron en la desdicha porque no se dieron cuenta de la segunda, más básica y primaria ley de la vida. Alejandro Magno tratataba de crear un reino más grande, de volverse un rey más grande. Toda su vida fue desperdiciada en crear el reino, y entonces no hubo tiempo de sobra para que fuera rey. Murió antes de que el reino estuviera completo.

Esto le ha sucedido a muchos. El reino nunca podrá estar completo. El mundo es infinito; tu reino está destinado a quedarse parcial. ¿Cómo puedes ser un rey total con un reino parcial? El reino está destinado a ser limitado y con un reino limitado, ¿cómo puedes ser el emperador? Es imposible. Pero puedes ser el emperador. Simplemente crea el efecto.

Swami Ram, uno de los místicos de este siglo, fue a América. Solía llamarse a sí mismo Badshah Ram, Emperador Ram. ¡Y era un mendigo! Alguien le dijo: Simplemente eres un mendigo, pero vas por ahí llamándote el emperador. Así que Ram dijo: No veas mis cosas, mírame a mí. Y tenía razón, porque si ves las cosas entonces todos son un mendigo… incluso un emperador. Puede ser un mendigo más grande, eso es todo. Cuando Ram dijo: ¡Mírame! en ese momento, Ram fue el emperador. Si mirabas, el emperador estaba ahí.

Crea el efecto, vuélvete el emperador, sé un mago… y a partir de este preciso momento, porque no hay necesidad de esperar. Uno tiene que esperar si el reino tiene que venir primero. Si la causa tiene que ser creada primero, entonces uno tiene que esperar y esperar y esperar y posponer. No hay necesidad de esperar para crear el efecto. Puedes ser el emperador en este preciso momento.

Cuando digo, !Sé!... simplemente sé el emperador y ve: el reino le sigue…. Lo he sabido a través de mi experiencia. No estoy hablándote sobre una teoría o una doctrina. Sé feliz, y en esa cima de felicidad verás que el mundo entero es feliz contigo.

Hay un viejo refrán: Ríe y el mundo entero se reirá contigo; llora, y llorarás en soledad. Incluso los árboles, las rocas, la arena, las nubes… si puedes crear el efecto y estar extático, todos bailarán contigo; entonces toda la existencia se convierte en una danza, una celebración.

Pero depende de ti, de si puedes crear el efecto. Y te digo, tú puedes crearlo. Es la cosa más fácil de hacer posible. Parece muy difícil porque aún no lo has intentado. ¡Inténtalo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario